El rock de los 50 era otra cosa...

Verano del 55, el rock'n'roll triunfaba en todas partes. Artistas como Fats domino, Ray Charles y Chuck berry competían por estar en el número uno de las listas. Todos los productores querían encontrar otro Ray Charles. Todos buscaban a aquel cantante y pianista de blues que pudiera llevarles a la fama. Es así como en el 55 Bumps encontró a un artista que respondía al nombre de Little Richard en la ciudad de Nueva Orleans, donde nace todo.

La explosión de energía que desprenden las canciones de Richarad grabadas junto a los músicos más talentosos de nueva orleans consiguió escalar puestos en las listas hasta con 5 canciones diferentes. Por fin en el 56 esta alocada porcesión fue incluida en Here's Little Richard. Este disco se define como un clásico imperecedero. Este vinillo es mucho más que rock'n roll: sus canciones son las células madre de un género que no paró de crecer o expresado en otras palabras: <<A-wop-bop-a-loo-bop-a-lop-bam-boom - tutti fruti, oh rottie!!>>.

Y como estas canciones duran de media 2 minutos, os traigo otro clásico, otra de la células madre de éste genero que también vio la luz en el 56. Si os digo <<One, two, three o'clock, four o'clock, rock,Five, six, seven o'clock, eight o'clock, rock,Nine, ten, eleven o'clock, twelve o'clock, rock!>>, seguro que sabéis de que estoy hablando. Ni más ni menos que de "Rock Around the Clock", una canción basada en el 12 bar blues. Que a pesar de no ser el primer éxito de rock n' roll ni ser el primer disco exitoso del género, se convirtió en un himno para la juventud rebelde de los años cincuenta y es ampliamente considerada como la canción que, más que cualquier otra llevó al rock a la cultura popular en todo el mundo. La canción ocupa el puesto número 158 en la lista de la revista Rolling Stone de las 500 mejores canciones de todos los tiempos. Ahí es nada a disfrutar del rock!