El viaje a Oporto seguramente significará un antes y un después de mi vida. Un viaje como otro cualquiera pensaréis la mayoría, a una destinación poco bonita, poco romántica y con muy poco que ver. El tiempo no acompañaba y por poco no vuelvo resfriado pero, lo añoro... Por los momentos vividos y por los sentimientos que nacieron.
Oporto en si es... definida en una palabra... vieja. Una ciudad poco cuidada, sumémosle mal tiempo y el resultado es catastrófico para cualquier agencia de viajes que quiera promocionar la ciudad. Sitios que recomendar... no recuerdo ninguno. Algo que destacar, poco podría decir si obviamos los escandalosos precios de las comidas, no por caros sino por baratos.
El hostal donde nos alojamos de cuyo nombre tampoco recuerdo guardo un estupendo recuerdo, de Nadia, nuestra anfitriona. Pocas veces nos van a tratar tan bien como lo hicieron allí. La familiaridad y lo acogedor que era, simplemente indescriptible, casi hipnótico supongo que el hecho de ser pequeño ayuda.
En este viaje, estábamos los de siempre, la vieja guardia formada por Fran, Xavi, Miguel sumándole a Ramos y Ríos que nos unimos a un viaje integramente organizado por Mimi, que Dios la bendiga, Sandra y Mireia. Estupendas chicas a los que nos costó acercarnos como siempre pero que sepan, tenemos una grata impresión y que por mi parte repetiría viaje a cualquier sitio siempre que estén ellas a bordo, aunque fuera al fin del mundo (ya estoy exagerando :P).
Los dos primeros días, de los 4 que estuvimos, visitamos Oporto descubriendo que aquí en el país vecino, la pobreza es el pan de cada día. Posiblemente, hablando desde la ignorancia, sea una ciudad abandonada por los jóvenes buscando ciudades más grandes donde vivir y trabajar. Durante los dos días que estuvimos la edad media que pudimos ver era muy superior a los 40 años de edad, casi me aventuraría a decir 50 años. Tal vez y sea lo más seguro no coincidiríamos ni en horarios ni en lugares pero la sensación fue esa.
La comida, muy buena, principalmente basado en carnes o pescados acompañados casi siempre de arroz y patatas. La verdad es que vimos poca verdura exceptuando a una sopa que pidieron las chicas la primera noche. Creo que desde entonces dejé de ver verde en las comidas.
Nos emborrachamos cada noche donde el vino y la cerveza corrían sin cesar. Que gran vida, dormir, comer y beber para repetir día tras día... y con compañía femenina!
De los dos últimos días solo puedo recordar como mis sentimientos se intensificaban para acabar en una oleada de pensamientos y reflexiones que quería compartir, resumido es simplemente una carga pesada y aburrida para mis amigos que no podían hacer más que escucharme resignados.
Un solo apunte de las dos ciudades que visitamos de más, Braga es muy bonita, clásica y joven! y Guimaraes no hubo tiempo de vivirla, una visita rápida de un par de horas y todo el sábado para llegar al aeropuerto y estar de vuelta en Barcelona.
P.D.: Hay fotos, y muchas! curiosear a vuestro gusto desde Facebook :!
P.D.2: Añadido un video el calidad alta!!! disfrutar!
Oporto en si es... definida en una palabra... vieja. Una ciudad poco cuidada, sumémosle mal tiempo y el resultado es catastrófico para cualquier agencia de viajes que quiera promocionar la ciudad. Sitios que recomendar... no recuerdo ninguno. Algo que destacar, poco podría decir si obviamos los escandalosos precios de las comidas, no por caros sino por baratos.
El hostal donde nos alojamos de cuyo nombre tampoco recuerdo guardo un estupendo recuerdo, de Nadia, nuestra anfitriona. Pocas veces nos van a tratar tan bien como lo hicieron allí. La familiaridad y lo acogedor que era, simplemente indescriptible, casi hipnótico supongo que el hecho de ser pequeño ayuda.
En este viaje, estábamos los de siempre, la vieja guardia formada por Fran, Xavi, Miguel sumándole a Ramos y Ríos que nos unimos a un viaje integramente organizado por Mimi, que Dios la bendiga, Sandra y Mireia. Estupendas chicas a los que nos costó acercarnos como siempre pero que sepan, tenemos una grata impresión y que por mi parte repetiría viaje a cualquier sitio siempre que estén ellas a bordo, aunque fuera al fin del mundo (ya estoy exagerando :P).
Los dos primeros días, de los 4 que estuvimos, visitamos Oporto descubriendo que aquí en el país vecino, la pobreza es el pan de cada día. Posiblemente, hablando desde la ignorancia, sea una ciudad abandonada por los jóvenes buscando ciudades más grandes donde vivir y trabajar. Durante los dos días que estuvimos la edad media que pudimos ver era muy superior a los 40 años de edad, casi me aventuraría a decir 50 años. Tal vez y sea lo más seguro no coincidiríamos ni en horarios ni en lugares pero la sensación fue esa.
La comida, muy buena, principalmente basado en carnes o pescados acompañados casi siempre de arroz y patatas. La verdad es que vimos poca verdura exceptuando a una sopa que pidieron las chicas la primera noche. Creo que desde entonces dejé de ver verde en las comidas.
Nos emborrachamos cada noche donde el vino y la cerveza corrían sin cesar. Que gran vida, dormir, comer y beber para repetir día tras día... y con compañía femenina!
De los dos últimos días solo puedo recordar como mis sentimientos se intensificaban para acabar en una oleada de pensamientos y reflexiones que quería compartir, resumido es simplemente una carga pesada y aburrida para mis amigos que no podían hacer más que escucharme resignados.
Un solo apunte de las dos ciudades que visitamos de más, Braga es muy bonita, clásica y joven! y Guimaraes no hubo tiempo de vivirla, una visita rápida de un par de horas y todo el sábado para llegar al aeropuerto y estar de vuelta en Barcelona.
P.D.: Hay fotos, y muchas! curiosear a vuestro gusto desde Facebook :!
P.D.2: Añadido un video el calidad alta!!! disfrutar!
2 comentarios:
Ese vídeo en high quality!!!
Estuvo genial el viaje! Gente muy atenta, comida barata y buena, juerga, Roco's, Brunx, WTF...moló moló!!!
el número de visites és fals, no? xD
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